El mundo que no podemos ver con los sentidos
El mundo que todos conocemos es aquel que podemos percibir con nuestros cinco sentidos. La mayoría de personas no cree en las cosas que no puede ver, pero es fundamental saber que el mundo no es solo aquel que podemos ver. Existen muchos otros planos, aparte del físico. El universo es mucho más de lo que parece.
Si lo pensamos bien, veremos que hoy en día creemos en muchas cosas que no podemos ver. Por ejemplo, aunque no vemos las ondas que transmiten la información desde el mando del televisor, no nos sorprende que el aparato se encienda. Del mismo modo, nuestros ojos no pueden ver la electricidad ni las ondas que hacen que nuestros teléfonos móviles funcionen. Entonces, ¿por qué no podemos creer en otras energías que se manifiestan aunque no las podamos detectar?
Los espíritus existen. No los podemos ver porque están ubicados en un plano diferente del nuestro. Tampoco podemos escucharlos. Sin embargo, algunas personas poseen el don de detectar todas estas energías. Son los médium.
Para poder obtener información de este mundo extraño para la mayoría de personas es necesario disponer de una percepción especial, un sentido aparte, en definitiva la capacidad del médium natural o de nacimiento. De este modo, el médium puede conectarse con todo aquello que está en otro plano temporal y espacial. En el plano espiritual están las energías positivas y negativas del universo, puesto que la energía no se destruye sino que se transforma.
A veces tenemos sensaciones extrañas cuando entramos en un lugar; esto es debido a que las energías se hallan en un plano distinto al físico, un plano en el que existe mucha información a la que los médium pueden acceder.
En nuestra vida a veces nos encontramos con problemas que no podemos resolver con la información de que disponemos. En esos casos es necesario que un vidente o médium entre en contacto con el plano espiritual y nos ayude. Podemos necesitar hablar con una persona fallecida o entender algo que sucedió en el pasado. Aunque parezca imposible, con la ayuda de una persona preparada las posibilidades son infinitas y el contacto energético es posible.
¿Quiénes son las personas médium?
Un médium es una persona que posee facultades extrasensoriales, una persona capaz de obtener la información que no es accesible a las personas comunes, una persona que puede estar en contacto con el mundo espiritual.
No todos los médium son iguales. Algunos pueden escuchar, otros ver y otros percibir sensaciones. Los médium más avanzados son los que pueden hacer todo esto a la vez. Ser médium, como hemos dicho, comporta una gran responsabilidad puesto que algunas energías son negativas y el vidente debe saber tratarlas adecuadamente.
El tipo de energías con las que puede contactar un médium fiable son diversas; pueden ser personas fallecidas o entes energéticos que no han llegado a ser seres humanos.
Los dones que posee un médium no se pueden aprender. Este tipo de personas nacen con ellos, aunque es cierto que a lo largo de su vida pueden desarrollarlos y definirlos. Los médium son un canal de conexión entre dos mundos, el físico y el espiritual.
¿No has tenido alguna vez la necesidad de ponerte en contacto con algún familiar o conocido que haya fallecido? ¿No has pensado que te gustaría decirle cosas que se quedaron en el tintero? Un médium es el profesional que puede ayudarte a conseguir esos objetivos.
Una médium sin cartas
Si has tomado la decisión de ponerte en contacto con alguien ya fallecido deberás buscar una médium fiable que te oriente. Mi nombre es Valeria de la Paz. Para mí la videncia es un arte y, como tal, la practico con sumo respeto. No es solo mi medio de vida; además, también el modo en que yo, como ser humano, aporto mi granito de arena a este mundo, ayudando a otros a ser más felices. Prueba de ello son los clientes que pusieron un día su confianza en mí y que, después de muchos años, siguen realizando sus consultas conmigo. Entre los servicios que ofrezco está el de médium, una función que realizo con sumo respeto.
Desde muy pequeña he tenido la capacidad de comunicarme con seres espirituales. Al principio, este don era para mí desconocido y difícil de controlar, pero con el tiempo fui entendiéndolo y ahora lo practico con relativa facilidad. Durante toda mi vida, he aprendido a desarrollar mi don como vidente y médium, y actualmente puedo ayudarte en lo que necesites.
Algunos médium trabajan con cartas de tarot o con otros medios. Sin embargo, para trabajar contigo y entrar en contacto con esos seres espirituales yo no necesito nada especial ni tampoco cartas; soy una médium sin cartas y tan solo necesito mi capacidad y mi intuición. Así que para que te ayude solo necesitaré que contactemos y a través de mi concentración encontraré las respuestas que estás buscando. Como médium, puedo ver en profundidad todo tu ser y las energías que te rodean, tanto las positivas como las negativas, y podré decirte cosas que jamás habías pensado.
Vidente sin cartas
Como he dicho, además de médium soy vidente y ofrezco mis servicios de forma personalizada y discreta. Eso quiere decir que soy una vidente sin gabinete y puedes encontrarme en esta plataforma, en TarotIntegra. Una vez que entres en contacto con la plataforma podrás preguntar por mí y establecer contacto directo, sin intermediarios ni operadores.
Es importante que las personas que requieran mis servicios se den cuenta de que soy una vidente y una médium fiable sin cartas. Siempre trato de ofrecer un servicio con un trato correcto y honesto, y adquiero un compromiso para ayudar a los clientes a deshacerse de su carga o a conseguir aquello que están buscando. Seré sincera en todo momento, puesto que entiendo que mi función requiere una gran responsabilidad.
Para realizar una lectura solo necesito sentir la energía del cliente. Como médium de nacimiento ofrezco mis servicios en TarotIntegra y puedo asegurar que informaré al cliente de todo lo que vea o perciba. Nada sucede por azar, así que si estás leyendo esto es porque el destino te ha llevado hasta mí. Te ofreceré mis dones para ayudarte y darte la oportunidad de que te ayudes.